viernes, 4 de mayo de 2012

Un Pensamiento Diario de San Agustín

4 de mayo

"EL DOLOR CRISTIANO POR UNA MADRE SANTA"

Cerré delicadamente los ojos de mi madre. Un inconmensurable dolor brotó de mi corazón y estalló en lágrimas. Pero mis ojos, a fuerza de voluntad, retuvieron las lágrimas. Cuando mi madre expiró, Adeodato, mi hijo, estalló en lamentos. Le llamamos la atención y le hicimos callar. (Confesiones 9, 12)

ORACIÓN: Señor, se que mi madre perdonó siempre de corazón a los otros. Ahora, te pido que la perdones a ella. (Confesiones 9, 13)

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